Se ilustra en esta reconstrucción el templo de Júpiter Óptimo Máximo, dedicado a la tríada capitolina: Júpiter, Juno y Minerva, en su primera edificación, que databa de los tiempos de los reyes Tarquinios (comenzado por Tarquino Prisco y concluido por Tarquino el Soberbio), pero embellecido y estucado en vivos colores a lo largo de los siglos de la República. Sin embargo se aprecia perfectamente, por sus pesadas proporciones, el carácter arcaico del mismo. Este edificio se incendió completamente durante las "Guerras Sociales", siendo reconstruido por Lucio Lutacio Cátulo por encargo del Senado y última voluntad del Dictador Lucio Cornelio Sila a su muerte.